Lecturas para el día de la boda: El amor de Gibrán
Lecturas para el día de la boda: El amor de Gibrán
El Amor
El amor no da nada sino sí mismo y no toma nada sino de sí mismo.
El amor no posee, tampoco es poseído;
Porque el amor basta al amor.
Cuando tienes el amor no debes decir que «Dios está en mi corazón» sino mejor, «yo estoy en el corazón de Dios».
Y no pienses que puedes dirigir el rumbo del amor,
porque el amor, si te cree digno, dirige tu rumbo"
Y no pienses que puedes dirigir el rumbo del amor, porque el amor, si te cree digno, dirige tu rumbo.
El amor no tiene ningún deseo sino realizarse.
Pero si amas y tienes que tener deseos, que estos sean tus deseos:
Derretirse y ser como un arroyo corriente que le canta su melodía a la noche.
Saber el dolor de demasiada ternura.
Ser herido por su propio entendimiento del amor;
Y sangrar de buena gana y alegremente.
Despertar al alba con un corazón alado y dar las gracias por otro día de amar;
Descansar al mediodía y meditar sobre el éxtasis del amor;
Volver a casa por la tarde con agradecimiento;
Y entonces dormir con un rezo para el amado en tu corazón y una canción de alabanza en los labios.
El Profeta, de Jalil Gibrán
No hay comentarios:
Publicar un comentario