Lecturas biblicas para el día de la boda: Salmos
Del Salmo 32, 12.18.20-22
La tierra está llena de bendiciones del Señor.
¡Feliz la nación cuyo Dios es Señor,
el pueblo que se escogió por heredad!
Los ojos de Señor están sobre quienes le temen,
sobre los que esperan en su amor,
para librar su alma de la muerte,
y sostener su vida en la penuria.
Nuestra alma en Señor espera, él es nuestro socorro y nuestro escudo;
en él se alegra nuestro corazón, y en su santo nombre confiamos.
Sea tu amor, Señor, sobre nosotros,
como está en ti nuestra esperanza.
Del Salmo 33, 2-9
Bendeciré al Señor todos los tiempos.
Bendeciré a Señor en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
en Señor mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
Engrandeced conmigo a Señor, ensalcemos su nombre todos juntos.
He buscado a Señor, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
Cuando el pobre grita, Señor oye, y le salva de todas sus angustias.
Acampa el ángel de Señor en torno a los que le temen y los libra.
Gustad y ved qué bueno es Señor, dichoso el hombre que se cobija en él.
Del Salmo 102, 1-2.8.13.17-18a
El Señor es compasivo y Misericordioso
Alma mía, bendice al Señor,
Alaba de corazón su Santo nombre
Sí alma mía, bendice al Señor,
Y no olvides tantos beneficios de su mano
El señor es compasivo y Misericordioso,
Es lento para enojarse y generoso para perdonar
Como un padre se compadece de sus hijos,
Así el Señor se apiada de los que le temen.
En cambio permanece la misericordia del Señor,
Dispuesto su salvación
Para los hijos de tus hijos
Para los que son fieles a su alianza.
Del Salmo 102, 1-2.8.13.17-18ª (otra versión)
R. La misericordia del Señor dura por siempre
Bendice al Señor alma mía,
Y todo lo que soy, su santo nombre,
Bendice al Señor, alma mía,
y no eches al olvido sus favores R.
El señor es clemente y bondadoso,
Lento al enojo, pronto a la indulgencia ;
Como un padre amoroso con sus hijos
Así es tierno el Señor con quien lo quiere R.
El amor del Señor
Por siempre permanece,
Y su justicia llega hasta los hijos
Y a la generación siguiente
De los hombres que cumplen con su alianza
Y sus leyes recitan y obedecen R.
Del Salmo 111
R. Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
R.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
R.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
R.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta ver derrotados a sus enemigos.
R.
Reparte limosna a los pobres,
su caridad es constante, sin falta
y alzará la frente con dignidad.
R.
Del Salmo 127, 1-2 3: 4-5
R: Dichoso el que teme al Señor
V: Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo, será dichoso, te irá bien.
R:
V: Tu mujer, como vid fecunda, en medio de tu casa; tus hijos como renuevos de olivo
Alrededor de tu mesa.
R:
V: Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días
de tu vida.
R:
Del Salmo 144
El Señor es compasivo con todas sus criaturas
Yo te ensalzo, oh Rey Dios mío, y bendigo tu nombre para siempre jamás;
todos los días te bendeciré, por siempre jamás alabaré tu nombre;
Grande es Señor y muy digno de alabanza, insondable su grandeza.
El esplendor, la gloria de tu majestad, el relato de tus maravillas, yo recitaré.
Del poder de tus portentos se hablará, y yo tus grandezas contaré;
se hará memoria de tu inmensa bondad, se aclamará tu justicia.
Clemente y compasivo es Señor, tardo a la cólera y grande en amor;
bueno es Señor para con todos, y sus ternuras sobre todas sus obras.
Te darán gracias, Señor, todas tus obras y tus amigos te bendecirán;
dirán la gloria de tu reino, de tus proezas hablarán,
para mostrar a los hijos de Adán tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.
Del Salmo 148, 1-4.9-14ª
Oremos en nombre del Señor
¡Alabad a Señor desde los cielos, alabadle en las alturas,
alabadle, ángeles suyos todos, todas sus huestes, alabadle!
¡Alabadle, sol y luna, alabadle todas las estrellas de luz,
alabadle, cielos de los cielos, y aguas que estáis encima de los cielos!
Montañas y todas la colinas, árbol frutal y cedros todos,
fieras y todos los ganados, reptil y pájaro que vuela,
reyes de la tierra y pueblos todos, príncipes y todos los jueces de la tierra,
jóvenes y doncellas también, viejos junto con los niños!
Alaben el nombre de Señor: porque sólo su nombre es sublime, su majestad por encima de la tierra y el cielo.
El realza la frente de su pueblo, de todos sus amigos alabanza, de los hijos de Israel, pueblo de sus íntimos.
La tierra está llena de bendiciones del Señor.
¡Feliz la nación cuyo Dios es Señor,
el pueblo que se escogió por heredad!
Los ojos de Señor están sobre quienes le temen,
sobre los que esperan en su amor,
para librar su alma de la muerte,
y sostener su vida en la penuria.
Nuestra alma en Señor espera, él es nuestro socorro y nuestro escudo;
en él se alegra nuestro corazón, y en su santo nombre confiamos.
Sea tu amor, Señor, sobre nosotros,
como está en ti nuestra esperanza.
Del Salmo 33, 2-9
Bendeciré al Señor todos los tiempos.
Bendeciré a Señor en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
en Señor mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
Engrandeced conmigo a Señor, ensalcemos su nombre todos juntos.
He buscado a Señor, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
Cuando el pobre grita, Señor oye, y le salva de todas sus angustias.
Acampa el ángel de Señor en torno a los que le temen y los libra.
Gustad y ved qué bueno es Señor, dichoso el hombre que se cobija en él.
Del Salmo 102, 1-2.8.13.17-18a
El Señor es compasivo y Misericordioso
Alma mía, bendice al Señor,
Alaba de corazón su Santo nombre
Sí alma mía, bendice al Señor,
Y no olvides tantos beneficios de su mano
El señor es compasivo y Misericordioso,
Es lento para enojarse y generoso para perdonar
Como un padre se compadece de sus hijos,
Así el Señor se apiada de los que le temen.
En cambio permanece la misericordia del Señor,
Dispuesto su salvación
Para los hijos de tus hijos
Para los que son fieles a su alianza.
Del Salmo 102, 1-2.8.13.17-18ª (otra versión)
R. La misericordia del Señor dura por siempre
Bendice al Señor alma mía,
Y todo lo que soy, su santo nombre,
Bendice al Señor, alma mía,
y no eches al olvido sus favores R.
El señor es clemente y bondadoso,
Lento al enojo, pronto a la indulgencia ;
Como un padre amoroso con sus hijos
Así es tierno el Señor con quien lo quiere R.
El amor del Señor
Por siempre permanece,
Y su justicia llega hasta los hijos
Y a la generación siguiente
De los hombres que cumplen con su alianza
Y sus leyes recitan y obedecen R.
Del Salmo 111
R. Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
R.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
R.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
R.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta ver derrotados a sus enemigos.
R.
Reparte limosna a los pobres,
su caridad es constante, sin falta
y alzará la frente con dignidad.
R.
Del Salmo 127, 1-2 3: 4-5
R: Dichoso el que teme al Señor
V: Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo, será dichoso, te irá bien.
R:
V: Tu mujer, como vid fecunda, en medio de tu casa; tus hijos como renuevos de olivo
Alrededor de tu mesa.
R:
V: Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días
de tu vida.
R:
Del Salmo 144
El Señor es compasivo con todas sus criaturas
Yo te ensalzo, oh Rey Dios mío, y bendigo tu nombre para siempre jamás;
todos los días te bendeciré, por siempre jamás alabaré tu nombre;
Grande es Señor y muy digno de alabanza, insondable su grandeza.
El esplendor, la gloria de tu majestad, el relato de tus maravillas, yo recitaré.
Del poder de tus portentos se hablará, y yo tus grandezas contaré;
se hará memoria de tu inmensa bondad, se aclamará tu justicia.
Clemente y compasivo es Señor, tardo a la cólera y grande en amor;
bueno es Señor para con todos, y sus ternuras sobre todas sus obras.
Te darán gracias, Señor, todas tus obras y tus amigos te bendecirán;
dirán la gloria de tu reino, de tus proezas hablarán,
para mostrar a los hijos de Adán tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.
Del Salmo 148, 1-4.9-14ª
Oremos en nombre del Señor
¡Alabad a Señor desde los cielos, alabadle en las alturas,
alabadle, ángeles suyos todos, todas sus huestes, alabadle!
¡Alabadle, sol y luna, alabadle todas las estrellas de luz,
alabadle, cielos de los cielos, y aguas que estáis encima de los cielos!
Montañas y todas la colinas, árbol frutal y cedros todos,
fieras y todos los ganados, reptil y pájaro que vuela,
reyes de la tierra y pueblos todos, príncipes y todos los jueces de la tierra,
jóvenes y doncellas también, viejos junto con los niños!
Alaben el nombre de Señor: porque sólo su nombre es sublime, su majestad por encima de la tierra y el cielo.
El realza la frente de su pueblo, de todos sus amigos alabanza, de los hijos de Israel, pueblo de sus íntimos.
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